“LA LAVANDERA BLANCA”
Ya Pestalozzi afirmaba en 1801 que “el maestro debe aprender con sus alumnos para ver cómo aprenden”.
Así, los niños, las niñas y los adultos aprenden realmente cuando:
- Tienen interés y curiosidad.
- Relacionan lo nuevo con lo que ya saben.
- Lo que aprenden tiene sentido y está contextualizado.
- Lo que aprenden engloba pensamiento, acción, sensaciones y emociones.
- Comparten, debaten, interactúan en un clima de relación afectivo y emocional.
- Proponen, deciden, planifican, organizan, hacen, revisan, transforman.
- En definitiva, son autónomos y protagonistas de su propio aprendizaje.
Nuestro proyecto nos convierte a alumnos, padres y profesores en “investigadores” en acción.
CONTEXTO
Todo empezó el día 4 de marzo de 2004 cuando el grupo de 1º de E.P. (clase de los delfines) decidimos salir al bosque para recoger hojas de roble (carballo) para meterlas en un contenedor y así tener el primer material natural para hacer ”compost”.
Entre las hojas apareció “un trozo de pájaro”. Todo se paró y en el ambiente se respiraba un interés expectante por el tema. Surgían opiniones, hipótesis... conversaciones. Y en este momento decidieron que querían investigar de qué pájaro se podía tratar.
Lo primero que hicieron fue ir al aula y coger distintos libros y guías de pájaros para comprobar de qué ave se trataba.
Pero los resultados en un primer momento no eran los deseados, por lo que se les ocurrió visitar al profesor de ciencias naturales de los mayores, es decir, a Carlos Pérez. Éste les aportó lo que ellos querían oír:
¡ES UNA LAVANDERA BLANCA!
PROCESO: ¿QUÉ? ¿CÓMO? ¿DÓNDE?
1º.- ¿Qué sabemos?
En las primeras conversaciones sobre el tema recogimos, las ideas, vivencias, experiencias y opiniones sobre la “lavandera blanca” que ellos sabían.
2º.- ¿Qué queremos saber?
Como era de esperar, el aula se transformó en un mundo lleno de curiosidad. Entre todos, después de varios debates, recogimos un índice de trabajo basado en sus preguntas.
3º.- Qué podemos hacer para buscar todo lo que queremos saber?. Las propuestas fueron variadas: traer libros, ver vídeos, consultar a nuestros padres...
4º.- Le seguimos la pista...
A partir de las ideas e intereses de todos iniciamos la aventura de “querer saber más”. Las fuentes a seguir fueron:
A).- FAMILIA
Cada familia ampliaba diariamente la información anterior en el “cuaderno de campo”
B).-CONSULTAR LIBROS
Ampliar información, ver fotografías reales...
C).-VIDEOS
Para saber más.
CONCLUSIÓN
Todos los implicados hemos vivido el proceso muy intensamente. Tengo que destacar que en todo momento ha existido una buena sintonía entre todo el grupo de niños y niñas, sus respectivas familias y la profesora, por lo que el clima ha sido muy agradable y afectivo, facilitándose así el trabajo de investigación. Ha sido realmente gratificante participar en una comunidad donde cada uno se siente aceptado.
La implicación de las familias se produjo desde el comienzo y a lo largo de todo el proceso. Cada familia colaboró según sus intereses, preferencias y posibilidades.
Los aprendizajes han sido muchos y de distinto tipo en un clima de gran colaboración...
MªTeresa Vega García